Ya estoy de vuelta de Benarés, q como os dije el otro día es la ciudad santa entre las santas para los hindues y si mueren aquí y sus cuerpos son aquí incinerados y x tanto sus cenizas( o lo q quede despues de quemarse)son arrojadas aquí al Ganges ( su río sagrado, su dios) , el proceso de la reencarnación se termina y el difunto entra en el Nirvana que es la felicidad total. Os cuento todo esto en primer lugar para q veáis q tenéis una amiga muy estudiada ( jajajaha) y en segundo lugar para q trateis de comprender como es esta ciudad tan unida a la muerte pero a la vez con una gran esperanza . Es toda ella un continuo ritual de vida y muerte a la orilla de su río; ahí lo hacen todo, se lavan, rezan,realizan ofrendas,hacen yoga, lavan la ropa, la tienden en las escaleras de los ghats( q espectáculo de colores), reparan sus lanchas, cocinan, pasean, se afeitan, todo, todo lo hacen a la orilla del río y por supuesto esperan también la muerte y cuando esta llega aquí se les incinera.
Y bien, todo esto unido a una porquería inmensa, tanto en la orilla como en el agua en la q ellos se introducen, no solo ellos, también vacas, perros, cabras, monos, ratas etc etc, así q ya podéis imaginaros q esto es un verdadero espectáculo para los sentidos, pero no penséis q os lo cuento en sentido negativo, no, esto es lo q podemos ver los occidentales si no entendemos lo que significa para ellos el Ganges , el hinduismo y el Nirvana. Quiero con esto deciros q ellos no ven lo q yo os estoy contando ( o eso creo) , ellos ven aquí el fin de su peregrinaje por esta vida.
Creo q me he enrollado mucho y no he sabido trasmitiros lo q de verdad sentí yo en Benarés( Vanarasi) que es muy fuerte y que marca, pero q le vamos a hacer, ahora ya estoy jubilata y ya no tengo q enseñar pero si q me gustaría poder trasmitiros sensaciones y emociones q aquí en India son muy fuertes. Bueno guap@s, ya está bien por hoy, bs a todos y si os viene bien escribirme algun comentario q a mi tb me gusta leer , no solo escribir. Mas besos ( ¿Siguen siendo gratis en España? Pues venga , aprovechar q dentro de nada les ponen el iva y ya no os los puedo mandar.)
Hola, Lola, soy Lucia, de la piscina, ya sabes...la sirena de la piscina.
ResponderEliminarEmpiezo el turno de comentarios, veo que no se anima nadie.
Efectivamente, los besos aún son gratis, pero no creas que dure mucho, entre la fianza del Duque y las cuentas suizas.... no se si no tendremos que pagar hasta por respirar.
Veo que estás bien,impresionada de lo que ves, un poco emocionada creo intuir,en fin, no es de extrañar, una cultura completamente distinta a la nuestra.
No me quiero extender, ya te contaré alguna cosa más,le voy a pasar a Luis el testigo,porque como el no tiene cuenta de google pues le dejaré la mia para que te escriba
Besos desde este paraiso en el que no deja de llover y hace un frio del carajo
Lolinaaaa... ya veo que estás emocionadísima.
ResponderEliminarHace días que intento escribirte algo ¿eh?, ya imaginaba que tu también quieres leer, pero se necesita una cuenta de gmail y yo no la tenía. Ni me daba cuenta de que Lucía la tiene, como no la uso con ella....
El otro día comentaba con Aurora la forma de ponerse en contacto contigo, pero claro, vosotras estais muy modennas con el wahssapp o como se llame eso.
Estas acumulando muchas faltas en el gim, yo cada vez que voy les digo que no estas en España, pero nada, siguen poniendote faltas. Ya puedes traer justificante.
Conozco un poco de la cultura indú respecto a la muerte, y sobre todo lo que concierne a las incineraciones (será por deformación profesional). Nunca ví ninguna, pero haciéndolo con una pira de madera no me parece que el resultado final sean cenizas.... asi que lo que quede va despues al río. Ya me contarás detalles si viste algo...jajajaja (pura curiosidad)
Muy fashion con el pañuelo, integrada en el paisaje. Y ya te ví con el lunar rojo también... allá donde fueres...
Me alegro que lo disfrutes, pero nos habías dicho que ibas a currar y andas de turista por ahi. (te lo digo en broma, no te enfades)
Bueno chata, te veo en la próxima crónica.
Un besote
Luis